Luego del accidente que le ocurrió el pasado julio a bordo de un Marussia, la española María De Villota, encaró por primera vez desde aquel mal momento y contó como está viviendo éstos días, sus primeras sensaciones y como continuará su vida.
"Estoy mucho mejor, aunque esto es una carrera de resistencia. Pero queda poco ya", fue lo primero que manifestó a poco de sentarse, para abrir el juego, "hay vida más allá de la Fórmula 1. Estoy segura de que lo mejor está por venir".
Sobre lo que sintió al desperar dijo, "hubo dos momentos clave. El primer es cuando me desperté. Se me acercó un cirujano que me dijo que habían podido salvarme la vida, pero que había perdido el ojo. En ese momento, le dije que soy piloto y que necesitaba dos ojos para pilotar, igual que él, como cirujano, necesita las dos manos para operar".
Se la notaba tranquila y fuerte, "antes sólo me veía encima de un Fórmula 1 y no veía lo más importante. Lo más importante es estar viva. El ojo que he perdido me ha devuelto el norte. Esta nueva oportunidad la voy a vivir al 100%".
Lo más duro de la conferencia en el Concejo de los Deportes, era encarar la parte de las secuelas físicas, pero María tuvo mucha grandeza, "las cicatrices poco a poco se irán cerrando. No es que me quede nada pendiente, porque no me arrepiento de nada. He vivido a tope. Simplemente me gustaría que la mujer tuviera ese sitio en la Fórmula 1 y que las niñas que están en el karting tengan a alguna mujer que les sirva como referente".
En cuanto a su futuro, De Villota contó que seguirá con su escuela de conducción, "es lo segundo más gratificante que hago".
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